Cuando se está creando o mejorando un producto (utilizaré esta palabra para referirme tanto a bienes como a servicios), se debe ser capaz de generar, desarrollar y comunicar ideas durante diferentes etapas del Design Thinking. Este enfoque de creación de ideas de manera sistemática y deliberada se conoce como la actividad de ideación.
En innovación, tener ideas es una parte vital para resolver el problema; ahora bien, no lo es todo como establece la creencia popular. Las ideas deben ser consideradas un punto de partida; en cada iteración del proceso, estas irán evolucionando. Por este motivo, las ideas no pueden ser catalogadas como buenas o malas; se requiere generar una gran cantidad permita al equipo de desarrollo poder construir sobre estas.
“Si una idea no es absurda al principio, entonces no vale la pena llevarla a cabo” A. Einstein
¿Qué le impide compartir sus ideas con el mundo y darles vida? ¿Es miedo a ser juzgado, a fracasar o simplemente no sabe por dónde iniciar? Cuando innova, tendrá que generar ideas de manera recurrente; hablamos de una actividad que no termina.
Debe garantizarse preservar todas las ideas que se vayan concibiendo, pero tenga cuidado de diferenciar los contextos bajo los cuales se formularon las ideas, pues cada contexto trae consigo su propio sesgo. Por ejemplo, las ideas surgidas al inicio del proyecto (durante la investigación inicial) deben analizarse cuidadosamente para verificar si realmente se entendía bien el problema cuando se generaron. Por otro lado, cuando se hacen los prototipos, el esfuerzo realizado puede enamorar al equipo hacia una solución o especificación particular, por lo que debe analizar si verdaderamente satisface una necesidad real de los clientes.
Tabla de cotenido
Pensamiento divergente y convergente
La innovación requiere momentos de pensamiento divergente; en otras palabras, creará ideas en masa donde promoverá la cantidad sobre la calidad. Otros momentos demandarán de un pensamiento convergente; es decir, decidirá cuáles ideas continuarán y cuáles dejará de lado. Estas ideas no debe desecharlas; documéntelas y manténgalas accesibles. En el caso de las ideas espontáneas, también debe reservarlas para cuando realice formalmente la actividad de ideación.
En las etapas divergentes del proyecto, promovemos —por medio de distintas técnicas— la generación de ideas novedosas, incluso radicales, es decir, planteamientos que escapan de las soluciones obvias para brindar soluciones creativas. Lo anterior se fundamenta en que las mejores reflexiones surgen cuando usted evita la urgencia de apostar por ideas tempranas y se “incomoda” explorando más allá y extiende la gama de posibilidades. Pensar en una gran cantidad de ideas conlleva al éxito, porque:
- Invita a los miembros del equipo a explorar un problema de manera cognitiva.
- Promueve pensar más allá de la obviedad al buscar planteamientos más interesantes.
- Desarrolla en el grupo una responsabilidad compartida, pues los participantes construyen sobre las ideas de otros (“sí y además…”).
- Suspende temporalmente la emisión de juicio, lo que genera un ambiente propicio para la creación de conceptos.
- Rompe los hábitos de perfeccionismo. La rápida producción de ideas les permitirá a los participantes aceptar como útiles ideas “imperfectas”.
- Fomenta la innovación de manera colaborativa, pues evita que nadie se aferre a sus ideas.
El pensamiento convergente trata sobre analizar todas las ideas para decidir con cuáles se avanzará. Si bien la toma de decisiones es una habilidad clave de los puestos de liderazgo, se le da, en esta ocasión, un enfoque diferente. En un proyecto de innovación, se deben tomar muchas decisiones pequeñas, provisionales y de bajo riesgo, lo que le permite al equipo empezar y tener claridad sobre los siguientes pasos.
Cómo generar ideas
Esta etapa causa un poco de incertidumbre por varias razones. Muchas personas están acostumbradas y prefieren pasar largo tiempo seleccionando la mejor idea (o, incluso, la idea perfecta). Los miembros del equipo podrían sentir que no están listos para decidir por falta de información. Por ello, es útil que le recuerde a su equipo el objetivo de esta tarea: detectar, experimentar y evolucionar rápidamente aquellas ideas interesantes y alineadas con los objetivos del proyecto. Recuérdeles también que no se trata de lo correcto, sino de lo probable y posible; además, al ser estos proyectos iterativos, podrán confirmar y mejorar continuamente la calidad de las ideas.
La responsabilidad de la toma de decisiones recae sobre el equipo del proyecto. Este ha sido el encargado de construir, a lo largo del proyecto, el conocimiento de una manera implícita, emergente, empática y abstracta. Los integrantes del grupo de trabajo pueden modificarse a lo largo del proyecto; no obstante, asegúrese de que alguien del equipo de implementación esté involucrado en las etapas de inspiración y que las personas que entienden al cliente y sus necesidades estén presentes durante la implementación.
Lo anterior no impide que, en ciertos momentos, la toma de decisiones requiera de la experiencia de personas que no han estado involucradas en el proyecto; por ejemplo, los expertos técnicos, un equipo de liderazgo, un equipo legal y otros serán traídos en momentos particulares para tomar en cuenta su criterio.
Debe evitar que la toma de decisiones se vuelva difícil, ayudando a su equipo a concentrarse en lo realmente importante. Establezca un conjunto de métodos y herramientas sencillas que evite la parálisis de decisión y ayude a los miembros del equipo a resolver, aprovechando al máximo el conocimiento y empatía generado durante la etapa de inspiración.
Ideación, generando ideas de manera sistemática y deliberada
La ideación es un deporte en conjunto; aprovecha la diversidad de experiencias de los miembros del equipo para explorar nuevas posibilidades para solucionar un determinado problema. Si bien se pueden obtener buenas ideas de manera espontánea, se recomienda utilizar un proceso claramente articulado y sistemático; de esta forma, la concepción de ideas será mucho más fluida y fructífera. Para identificar ideas exitosas y significativas, debemos analizarlas mediante tres lentes, siguiendo el orden en que se presentan.
- Deseabilidad. Crear algo que las personas valoran y necesitan, y les permita mejorar su vida. Este lente es el fundamento del proyecto y lo que motiva al equipo a tomar acción. (Puede profundizar leyendo ¿Cómo realizar un análisis de los clientes? y Métodos de recolección de información de los clientes.
- Factibilidad. Para que las ideas sean soluciones, estas deben tomar vida. Este lente evalúa la factibilidad de la técnica y/o tecnología para lograrlo.
- Viabilidad. Comprueba si la idea tiene una justificación de negocio. Un proyecto exitoso pondrá a sonar constantemente la caja registradora de la empresa.
Planeando la ideación
El punto de inicio siempre es un reto de ideación, que consiste en una pregunta elaborada a partir de los insights de los clientes. Algunos detalles para considerar cuando planea su actividad de ideación:
- Determine el punto de inicio y el alcance de su proceso de ideación.
- Seleccione la información más relevante de la investigación. Considere incluir en el ejercicio a algunos miembros de los equipos de investigación y de implementación en el ejercicio.
- Divida el reto en partes manejables según las direcciones potenciales del ejercicio.
- Balancee los grupos en sesiones diferentes; para esto, apóyese en expertos, terceros, clientes, etc.
- Elija los métodos para generar ideas y tomar decisiones cuando sea el momento.
- Decida el criterio de paro de las sesiones de generación de ideas. Por lo general, se detiene una vez que se dejan de producir planteamientos originales.
- Establezca cuántas ideas seleccionadas necesitará (por ejemplo, cuántos prototipos podrá construir) y cuál formato de ideas requiere para seguir hacia delante.
Prepare el escenario que promueva la generación de ideas
Cree un espacio que le permita a su equipo descubrir, fallar e intentar nuevas ideas. Un ambiente propicio —seguro, relajado y libre de juicio— apoya la producción de soluciones creativas para responder a los retos complejos de los negocios de hoy en día. Si bien un espacio neutral puede ser una buena opción, se recomienda más bien contar con uno que garantice el acceso inmediato a los activos surgidos durante el proyecto. Esto le permite al equipo regresar y revisar cualquier punto que requiera profundizar.
Además, debe planear sesiones interactivas, llenas de energía, ya que el aburrimiento atenta contra los objetivos de su proyecto. Le recomiendo planear “calentamientos creativos” que ayuden a que los miembros del equipo se sientan más enérgicos y productivos. Si bien estos calentamientos deben darse previo a la sesión, también ayudan para distraer de manera deliberada al equipo, lo que permite mejorar los resultados de las sesiones de ideación.
Establezca cómo seleccionar los métodos de toma de decisión
Generar una gran cantidad de ideas es increíble. Pero es igualmente importante saber cuándo y cómo enfocarse en las ideas de gran potencial. Para ello, debe seleccionar los métodos que le facilitarán la toma de decisiones, priorizando la información y partiendo el problema en pequeñas problemáticas más manejables.
El equipo debe establecer cómo y cuándo tomarán las decisiones y cómo gestionarán aquellas ideas con las que no avanzarán. Además, antes de realizar la decisión, el equipo debe resolver los factores más importantes y cuánto tiempo les tomará para decidir. Para lograrlo, utilice los insights, el juicio y la intuición. Algunos filtros que le facilitarán determinar con cuáles ideas avanzará son:
- Las ideas le agradan mucho y le despiertan pasión.
- Las ideas están alineadas con los insights de sus clientes.
- Las ideas se perciben como riesgosas y difíciles de implementar.
Genere gran cantidad de ideas
Una clave para el éxito de la ideación es tener límites estrechos: los plazos motivan y ayudan a enfocar el proceso creativo. Procure utilizar una mezcla de métodos diferentes, puesto que cada método induce a sesgos particulares como sucede con la investigación.
Cuando realice la ideación, es bueno que tome en cuenta que las ideas pueden presentarse de manera deliberada (acción de generar ideas) o de manera espontánea (se originan cuando realizamos otras actividades como tomar una ducha, hacer ejercicio, etc.). Intente utilizar métodos que aprovechen ambas formas de concebir ideas, permitiéndoles a los miembros del equipo entender y procesar una gran cantidad de grupos de información.
En el caso de la creación deliberada de ideas, debe tomar en cuenta que, dependiendo del contexto y la complejidad del proyecto y del reto, podrá requerir diferentes sesiones con distintos participantes de todos grupos de interés (empleados, clientes, expertos, etc.). Construya cada sesión con los resultados de las sesiones anteriores, como una manera de diversificar y evolucionar las ideas.
Selección de ideas
Si bien el proceso de diseño se ha enseñado como una sola etapa de divergencia y convergencia, a algunos participantes les cuesta hacer ese cambio de pensamiento de manera espontánea y querrán quedarse con ciertas ideas. Dichos planteamientos podrán estar en diferentes niveles (conceptos, prototipos, soluciones concretas, etc.), por lo que se requiere generar un entendimiento común de todas las ideas explorando y organizando su pensamiento, haciendo preguntas, ordenando y desarrollando algunos objetos para ganar claridad.
En ocasiones, los participantes necesitarán alguna distracción como un descanso, un juego o inclusive terminar la sesión por el día. Tenga siempre en cuenta: cuanto más tiempo se invierte en las ideas, más les costará a los participantes desprenderse de estas. Continúe el ejercicio seleccionando algunas ideas y mencione que aquellas no elegidas requieren más tiempo para madurarlas. Documente el proceso por medio de prototipos y algún otro elemento que le permita mostrar las actividades que se llevaron a cabo y los activos utilizados para llegar a esos prototipos.